lunes, 11 de mayo de 2009

YA NOS CONOCEMOS

Otra vez persigues sombras
maldito seas, corazón.
Parecía que en estos días
llegaba tu consolación,
el negro amargo de tus rosas
palidecía en el amor.
Crepitaba latente en el silencio
cada toque de reloj,
amor frío en el infierno
furia de un solo color.
Negro amargo de los sueños
que no puedes resolver,
en un vaso se hunde tu vida
no siempre volverás a nacer.
Y te caes, otra vez te caes,
qué más puedes hacer,
destruyes tus silencios
con gritos hoy igual que ayer.
Esa rueda que ya conoces
no te deja ver el bosque,
y sin embargo piensas
que no la reconoces;
qué más puedes hacer
para dejarte ver, en la noche.



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