martes, 27 de noviembre de 2012
"COSAS"
lunes, 19 de noviembre de 2012
ROUCO DIXIT
sábado, 17 de noviembre de 2012
¿DARWIN? NO, NOÉ
EL MONARCA SE OPERA
sábado, 15 de septiembre de 2012
PRINCESITA CUARENTONA
lunes, 2 de abril de 2012
FRAGAS DO EUME
FOGAR DE BREOGÁN, DIN
Bromas las justas
Se puede mentir, durante mucho tiempo, pero cuando bromeamos debemos ser cautelosos, pues tendemos a caer en el reino de la estupidez cuando nos pasamos de largo. Eso es lo que sucede en Galicia desde hace mucho tiempo, que a fuerza de mentirnos tanto, la mentira es más potable que la burla a la que nos somete el Partido Popular. Porque sí, no nos vamos a engañar, el PP nos gobierna con mayoría absoluta los últimos 20 años de los últimos 24. Y están ardiendo las Fragas. La mentira es que en estos 20 años han hecho todo lo posible por proteger el patrimonio natural, de ahí la insignificante pérdida de masa forestal estas últimas décadas. La burla es ver a Feijoo, Rajoy y Louzán con una manguera en un incendio. Allá cada cual, pero a mí nadie podrá convencerme de que los incendios en Galicia no tienen responsabilidades políticas, no porque hayan encendido la mecha, sino por el constante desprecio por todo aquello que tiene valor en nuestra tierra. Mire usted, que diría Aznar, así no se gobierna.
Y por último un mensaje a los gallegos: NO HAY PUEBLO MÁS IGNORANTE, RETRASADO, ESTÚPIDO, BURRO, BURRO, BURRO, ASNO, NECIO, INCULTO, BORREGO, INDECENTE, CORRUPTO, ESTAFADOR, DEMENTE que el nuestro. Pongan estas palabras en gallego y tendrán la definición exacta de nuestro pueblo. Proclamo desde aquí mi renuncia a la galleguidad, me produce sonrojo decir que soy gallego, nada hay más despreciable. Mexan por nos e din que chove, así somos, así nos va y ese es el asco que damos.
miércoles, 14 de marzo de 2012
COSAS DE CASA
Un cuento político
Érase una vez una institución política de una pequeña provincia del noroeste ¿español? (bueno, para algunas cosas sí nos dicen españoles, para otras nos obligan a ser gallegos). Pongamos que el presidente de tal institución se llama X. De esta institución depende otra que no es más que un centro de acogida para niños con dificultades, sean cuales sean, a la que vamos a llamar CI, y cuya dirección gerente depende de X. Este, hace unos años, nombró a Z como su persona de confianza en la dirección de CI, dicen las malas lenguas que a sus 28 (creo que eran 26) años su experiencia laboral consistía en ser socorrista de una playa, desde luego no se certificaba ninguna otra. Durante unos cuantos años hizo su trabajo, y que los que lo sufrieron que lo juzguen, no es el motivo de estas letras. Hace unas semanas X decidió que Z ya había realizado su tarea, y junto a todo su equipo la cesó en el cargo, con la intención de nombrar en su lugar digamos a Y. Hasta aquí, mas allá del socorrismo, nada demasiado reseñable. Pero ahora viene lo mejor del cuento.
Uno de los centros que forman CI, al que denominaremos M tendría el puesto de director vacante por jubilación de L, al que solo puede optar alguien perteneciente a la plantilla de CI. Bueno, pues X decide lo siguiente. Ya que L se jubila puede generar una plaza de interinidad, que indudablemente Z conseguiría en dura competencia con miles de parados, de tal manera que miembro ya de CI otra vez, la puede nombrar directora de M, con un par, que diría el otro. Dicho y hecho. Con la curiosidad de que Z pasa de ser la directora gerente de una institución, a ser la directora de uno de los subcentros que la forman. La degradación (entiéndase en sentido militar) no importó demasiado a Z. Como curiosidad sería interesantísimo que se indicase a qué se dedica el marido de Z, todo un descubrimiento.
Hay dos curiosidades más que vienen al caso, la primera es que la inmensa mayoría de los contratados temporales de X en CI pertenecen a una zona de la provincia llamada O Salnés, saquen ya ustedes la conclusión del origen geográfico de X; la otra es el papel de los sindicatos en todo esto, cerrar el pico y mirar para otro lado, ese papel que han jugado sindicalistas tan queridos en mi casa como P y Pe resulta totalmente incomprensible y fuera de lugar, y esto es a título de hijo, nada sabe el padre de la existencia de esta web.
Conclusión. No discutiré yo la legalidad de todo el proceso que se ha relatado, así sea, pero que duda cabe que es un comportamiento repugnante y de una inmoralidad enorme, muy representativo, por otra parte, del individuo X y la institución que preside.
Por aclarar el cuento, diremos que la institución que preside X es la Diputación de Pontevedra, los demás cabos átenlos ustedes mismos.
P.S ¿Y la SER, Radiopontevedra, que opina de todo esto?
lunes, 2 de enero de 2012
CANTANDO HIMNOS
A fuerza de leer libros sobre el nazismo, en busca de las respuestas pertinentes a las preguntas elementales que cualquier persona se plantea al indagar en el tema, creo que resumidas todas en la genérica ¿cómo pudo ser posible?, uno se da cuenta que el nazismo, además de haber sido un producto alemán, en cuanto a que toda Alemania fue culpable del mismo, es un producto universal, en cuanto a pauta de comportamiento que podemos observar en cualquier sociedad ante los fanatismos.
Reconozco que mentar el mal absoluto en el mismo texto que otros fanatismos tiene su punto de injusticia, pero considerando el extremo al que puede llegar el hombre, creo que es pertinente tenerlo presente para abordar otros fanatismos actuales con rigor y sin medias tintas, advirtiendo al personal que somos una raza capaz de todo y que hay que andar con tino ante las soflamas de cualquier individuo o grupo iluminado, por muy gilipollas que nos parezcan.
Desfiles místicos; cobardía y silencio; soplones de alcantarilla; miradas opacas; sumisión ante leyes, órdenes y normativas; ignorancia de la realidad; aceptación de la propaganda como verdad absoluta; la presión de los semejantes; eso y otros muchos aspectos en Alemania fueron el germen del mal. El servilismo absoluto a prohombres e ideas sin querer reflexionar sobre los rostros de tales y sobre las posibles consecuencias de las mismas. Padres de familia, obreros de astilleros frente a pelotones de fusilamiento, amas de casa extasiadas ante la figura del líder… No es interés del texto enumerar ni todas las causas ni todos los actos de aquel periodo, pero sí ejemplificar alguno de los elementos que convierten a una sociedad en un magma de ignorancia ciega, de servilismo que permite que tales individuos consumen su Apocalipsis.
De todos esos aspectos podemos extraer alguna generalización en el comportamiento humano que podemos aplicar en otras sociedades, en otros tiempos sin que pierdan un punto de vigencia. Me refiero a la elevación de un hombre a la categoría de tipo, de ejemplo de la raza, de la nación o de la comunidad; la asunción de sus valores como los propios y eternos de sus conciudadanos; la visión de la patria como una madre a la que hay que proteger de un enemigo terrible, siempre cercano y vecino y que las más de las veces no ha causado daño alguno; la señalización de los antihéroes como enemigos de la patria o de la idea, como elementos que por no compartir los valores del tipo, no tienen derecho a pertenecer a la comunidad, en el extremo no tienen derecho a la vida; la consideración de la verdadera raza//nación que ha permanecido oculta por las más increíbles y crueles confabulaciones; la lucha desinteresada de los prohombres y sus seguidores por alcanzar el honorable destino que les corresponde; y el que más perplejo me deja, creer que uno mismo ha nacido para defender los valores universales de la raza//patria//nación, que esa es su misión y que lejos de cuestionárselo hay que aplaudirle tan grande sacrificio.
Pero comenzaba hablando de gilipollas que haciendo grupo con otros gilipollas se convierten en un conjunto la mar de peligroso. Vamos con ellos, con el caso que traigo entre manos y que es gran ejemplo de la gilipollez humana. Y yo también estaba allí. Eran mis tiempos universitarios, mi último año, recién aprobada la LOU por el gobierno Aznar (pronunciar su nombre aun hoy causa sonrojo), con la sucesión de huelgas, encierros y manifestaciones de toda la comunidad universitaria española, también la compostelana y también yo. No había leído el texto de la ley, como no lo había hecho el 95% de los 30000 universitarios que marchamos en la convocatoria más multitudinaria de aquella “lucha”, y, sin embargo, allí estábamos desfilando en procesión, pues era lo que se suponía que teníamos que hacer, era nuestro momento, del mismo modo que lo tuvieron nuestros padres, por fin teníamos algo nuestro con lo que combatir a la derecha. Pero nos faltaban argumentos y, por tanto razones, pero lo hicimos como una masa de borregos que balan soflamas tópicas y trilladas: defensa de la universidad pública, lucha contra las desigualdades, universidad universal y gratuita para todos… Probablemente la LOU atacase esos principios y otros muchos, pero ¿quién lo sabía?, ¿quién estaba informado? Pero allí estábamos, borregos todos, luchando por unos principios. Pero hay diversas clases de borregos, en aquellas procesiones nos acompañaban los que podríamos denominar como churras y merinas todo en uno, los más destacados luchadores, los jóvenes nacionalistas, tan cargados de razones como los que más, mucho más comprometidos y sin duda alguna mucho más ignorantes que el resto de universitarios. De ellos partieron las acciones bélicas más intensas y los comportamientos menos democráticos de aquellos días, incluido el señor Aznar. Cómo no mencionar aquel encierro de la Facultad de Filología que cuatro, y digo cuatro cuando sí, en verdad eran cuarenta, miembros destacados de los sindicatos CAF y otros que no recuerdo, lo decidieron en asamblea multitudinaria, cuarenta y cuatro participantes. Aquellas asambleas, paradigma de la estupidez y eternas hasta el aburrimiento, consiguieron perpetuar en primer lugar el encierro y posteriormente la huelga indefinida los meses de noviembre y diciembre de aquel año. El personal aborregado que íbamos a las manifestaciones empezábamos a estar hasta los mismos de aquel procedimiento, y no sin un berrinche padre de los que perdieron la votación, conseguimos volver a las clases y plantear otra clase de lucha, que tampoco llegó a nada, puesto que no se puso en marcha. En definitiva, la idea nos mantuvo en liza desconociendo la idea. Pero nos dejamos llevar por aquellos que nos quisieron manipular, sin preguntarnos verdaderamente el sentido de toda aquella revuelta y sin informarnos en ningún momento de contra lo que luchábamos. Parecería que todo esto no es motivo suficiente para hablar de gilipollas y del peligro latente que toda sociedad tiene de convertirse en nazi. Pero quizá con la guinda de lo dicho anteriormente se pueda percibir más claramente: aquellas manifestaciones terminaban en un buen número en la plaza Roja de Santiago, a una de ellas asistí también, y después de un buen recorrido por la ciudad allí estábamos congregados al final del camino, haciendo corro (la plaza es circular) escuchamos el manifiesto pertinente a cada manifestación, dio fin a su lectura una muchacha que no conocía pero que sin duda habría destacado en algo para encargarse de tan alto honor, y allí al unísono buena parte de los congregados levantó el puño y cantó el himno gallego con profundo sentimiento. Todo comentario sería redundante, habla por sí mismo el hecho. Fue tal el sonrojo que me produjo ver aquella manifestación de fervor patriótico que decidí no volver a una manifestación.
Borregos, gilipollas serviles sin capacidad de crítica ni de raciocinio, fácilmente manipulables por propaganda, siempre que se plantee un enemigo, y patriotas son comunes a toda sociedad y todo país. Los nazis llegaron al extremo en todo, pero en sus comienzos fueron iguales que todo fanatismo. Solo falta decidir que camino tomaremos nosotros, yo lo tengo claro, no me atrae ser un gilipollas.