viernes, 31 de julio de 2009

ENCEFALOGRAMA PLANO

Supongo que hoy Euskadi es un poco más libre que ayer, y más que anteayer y mucho más que anteanteayer. La lucha incansable de estos hombres de bien sigue su senda por el bien de Euskadi. Y menos mal que hay gente que sabe lo que hay que hacer para liberar a los esclavos de tan terribles cadenas. Nadie lo ve, no los comprenden pero qué sería de ellos sin el constante cuidado de ETA. Supongo que esto es lo que pensarán en Euskadi, digo yo, que todo es por el bien más preciado, la libertad.
Salen muy desordenados ideas, sentimientos respecto a esa gente y esa comunidad, no es fácil establecer un desarrollo argumental coherente y progresivo. Me da por pensar qué es lo que hay que tener en la cabeza para pensar que uno es un elegido para salvar un pueblo, lo han ido a buscar a casa y no ha tenido más remedio que unirse a tan preciado bien, es absurdo y algo engreído ¿no? pensar que uno tiene que salvar a su pueblo, que tiene esa misión, que ha nacido para eso. También me pregunto cómo debe ser el proceso, el razonamiento que lleva a la acción, imagino a esos guerreros en una sala con sofás y un poco de chacolí, diciéndose "sí coño, hay que matar a este concejal de 58 años y 3 hijos" "es verdad, nos oprime el capullo, es un peligro para Euskadi", y de ahí saldrán los machotes vascos voluntarios para con tanto valor matar a un pobre concejal que tiene 3 hijos pero que es un gran peligro para la salvación eterna de la patria. Y ya no digamos si la reunión termina con la decisión de quemar contenedores, supongo que pensarán que un verdadero vasco no los necesita, vive en su propia basura, que la idea de recoger la mierda es uno de los más peligrosos casos de españolización que ha sufrido Euskadi. Y los acólitos, la huestes de apoyo, los familiares comprensivos, los vecinos liberados que apoyan al soldado... esos sí que tienen mérito, querer a una persona que asesina a otra para darles su libertad ¡Qué personalidad tan fuerte! ¡Qué carácter! eso sí que es tener las cosas claras, me han liberado, menos mal, no podía ni respirar con el concejal ese de 58 años y 3 hijos, ya puedo comprar el chacolí sin el temor que provocaba, ¡Solo espero que vigilen a sus hijos, no vaya a ser que en 15 años volvamos a tener miedo al comprar el chacolí! ¡Y son 3!
Supongo que todos podríamos seguir, incrédulos ante este derroche de encefalograma plano que estos pseudohumanos destilan, ¿será del chacolí?. Pero creo que en el fondo el problema no es la existencia de unos asesinos, más o menos, el gran problema de esa comunidad es que ha perdido la credibilidad, así de claro, cuando veamos por enésima vez la playa de la Concha en la tele y los vascos se muestren tan campechanos y majos, yo ya no les creeré, nunca más los creeré, ya no pensaré más que es el miedo el que hace que nadie se mueva, que nadie grite, que nadie se queje, no le doy esa credibilidad del miedo, ya no. Cuando unos tipos ponen 400 kilos de explosivo en un edificio en el que duermen 40 niños y la gente calla, ya no tienen credibilidad; cuando unos tipos matan a dos personas (27 y 28 años) y la gente se esconde, ya no tienen credibilidad; no la tienen porque lo hacen en su nombre, y callan y se esconden. No los creeré nunca más, Euskadi 50 años después ya no tiene credibilidad, no puede tenerla y solo tiene un camino para recuperarla, un camino que no hará. Jamás volveré por Euskadi.

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